Tras la reciente incorporación del grupo catalán Paradis a Calle 54, conocido club de jazz madrileño, la gestión del local se ajusta a criterios más estrictos. Sin apenas alterar la estética que Javier Mariscal aportó hace algo más de dos años, sus responsables han disociado los espacios para mejorar su funcionamiento. Hasta tal punto que en ciertos aspectos casi parece un establecimiento nuevo. Al menos eso pretende el restaurante situado en la planta alta, cuya actividad ya no mantiene una vinculación tan estrecha con los recitales de música que por las noches se dan en su acogedor escenario.
Categorías:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión