EL PERFUME, en la ciudad imperial de Hué (Vietnam), no hace referencia a un aroma, sino al río que la recorre, y por el que navegamos para descubrir la pagoda de Thien Mu y las tumbas de los emperadores. La primera de las tumbas que visitamos fue la de Tu Duc, un complejo construido en tres años, fruto del abuso y de la explotación, con trabajadores forzados que provocaron varias revueltas. Un detalle que me resultó curioso fueron las estatuas de los mandarines civiles, representados como hombres bajitos por orden del emperador, inmortalizado como el más alto de todos.
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