Que las multinacionales hoteleras no acaban de implantarse en España es una realidad objeto de estudio en las escuelas de turismo. Será porque no están a la altura de lo que se espera de ellas, o quizá porque sus competidoras españolas les resulten un hueso duro de roer, como sucede en Benidorm y su satélite Terra Mítica, aún a medio construir. El complejo urbanístico de playa y golf Real de Faula está siendo un purgatorio para el grupo estadounidense Starwood, que, a través de sus marcas Westin y Sheraton, gestiona dos hoteleros insólitamente adscritos al turismo de gran lujo cuando ni por ubicación ni por tarifas merecerían tan alta consideración. En medio de un erial de 160 hectáreas frente al mar, a tres minutos de la autopista AP-7, el nuevo resort adopta el modelo Disney de recreación arquitectónica de un pueblo de la costa valenciana con sus casas, plazas, iglesias, torreones, ramblas y hasta una playa artificial de arena blanca atiborrada de sombrillas y hamacas.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión