El viaje a Elche comienza en el Museo Arqueológico de Madrid. Allí descansa la Dama, con sus rodetes, los ojos almendrados, los labios aún enrojecidos por los pigmentos y, sobre todo, con la perfecta serenidad y tersura de sus rasgos de piedra. La Dama -quizá diosa de ultratumba, quizá dios macho- es lo que queda de una imagen antropomórfica mucho más grande, una amputación, que estuvo escondida durante siglos y fue hallada en L'Alcúdia -hoy base de un parque arqueológico-, al este de Elche, en 1897. La escultura data de principios del siglo V antes de Cristo y se puede imaginar qué es lo que vieron esos ojos de pasta vítrea que, con el paso del tiempo, se rompieron.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión