En 1994, y con la excusa del 555º aniversario de las bodas de Carlos, príncipe de Viana, con Agnes de Clèves (1439), celebraron el primer jolgorio. Salió bien, así que decidieron repetir todos los años -también la Oktoberfest de Múnich nació de semejante carambola nupcial-. La cosa ha ido a más cada año, y con ayuda del programa europeo Leader II y la participación ocasional de municipios italianos (los más bregados en estas lides), la fiesta ha alcanzado su madurez; incluso cuenta con una muestra permanente en las llamadas "galerías medievales" (que son los fosos del oppidum romano que dio origen a la ciudad).Durante ese fin de semana Olite se transmuta, como por arte de alquimia.
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