Es, de largo, uno de los paradores más bonitos de España. El que ha recibido una intervención arquitectónica sin precedentes en la red nacional, y sobre el que se ha practicado un ejercicio de interiorismo valiente, equilibrado y elegante. Falta hacía en un rincón tan olvidado de la Galicia enxebre como Nogueira de Ramuín, donde confluyen los ríos Miño y Sil, entre cañones vertiginosos, montes tapizados de castaños y signos pervivientes de la mitología popular. Su viso monumental informa del origen románico y gótico del monasterio de Santo Estevo de Rivas do Sil, documentado en el siglo VI y refundado en estilo barroco durante el siglo XVIII, perceptible a través de sus fachadas y sus tres claustros cenobiales: de la Portería, de la Cocina y de los Obispos.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión