Tal vez no sea casualidad que el protagonista de Hambre (la primera obra del premio Nobel noruego Knut Hamsun) busque una salida a su tormento embarcándose, en la última página de la novela, en un mercante que tiene como destino Cádiz. Llegar por mar a Cádiz no es muy diferente de hacerlo por tierra, pues se presenta un momento en que el mar lo abarca todo, con las dunas de la playa casi alcanzando la carretera, la bahía al otro lado empujando a la ciudad. Cádiz está casi a la deriva y, sin embargo, jamás se ha descolgado, conservando incluso en ocasiones históricas los pies en el suelo como ningún otro sitio, tan hermosamente atada a su peculiaridad geográfica, a ser prácticamente una isla de ancianos asentamientos que nunca ha permanecido deshabitada, convirtiéndose así en la ciudad más antigua de Occidente.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión