¿Cuándo puede un edificio justificar un viaje? ¿Qué necesita una casa para convertirse en monumento? El nuevo VitraHaus, de los arquitectos Herzog & De Meuron, en Weil am Rhein, junto a la frontera alemana con Basilea, responde a esas dos preguntas. Y lo hace deslumbrando.Evidentemente, una gran obra no es sólo el trabajo de un buen arquitecto.
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