No hay mejor manera de entrar en el Aveyron que atravesando el viaducto de Millau, proyectado por el arquitecto inglés Norman Foster. Es el puente que franquea el valle del Tarn. Son 343 metros de altura (más que la torre Eiffel, de 324), con siete pilones de acero, que no desmerecen la apariencia ligera que mantiene su cuerpo (la tabla) metálico. Debajo, a la derecha, queda la pequeña ciudad de Millau. 2.
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