La gloria del barroco es un título apropiado para la muestra que galvaniza el corazón de Valencia hasta el 3 de octubre. La exposición ocupa cuatro espacios próximos entre sí, enlazados por una alfombra de roleos pintados en blanco sobre el pavimento; solo hay que dejarse llevar para descubrir cómo la Valencia medieval se torna barroca. El Almudín o lonja de granos y tres templos transformados en época barroca sirven para mostrar facetas que parecen consustanciales al carácter de los valencianos, su barroquismo, la extroversión vitalista y mediterránea, el lado luminoso.
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