Cada cinco o seis meses se abre un nuevo tramo de la autopista del Cantábrico (A-8) entre Avilés y Ribadeo, en la zona occidental de Asturias. Esto reduce el número de horas de viaje para los automovilistas y libera a otra docena de diminutos pueblos de sus atascos diarios. Aunque pueda parecer una mala noticia para los negocios locales, para los turistas que visitan la región estas zonas han recuperado el esplendor de la vida rural.La autopista convierte la región en un destino de fin de semana muy a mano desde Madrid (a unas cinco horas y media de camino).
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión