Desde hace décadas se celebra con fervor religioso (y no sólo en Irlanda) el Bloomsday, un día en la vida de Leopold Bloom, protagonista del Ulises. Los juegos de palabras encantarían a Joyce: Bloomsday suena como Doomsday (día del Juicio Final), y eso es la jornada de la novela, una especie de epítome universal, compresión del tiempo y del espacio de manera que unos gestos anecdóticos revistan la solidez de una epopeya, de odisea en sentido literal. Por otro lado, ReJoyce tiene en inglés un eco bíblico-litúrgico (regocijaos).Por fin se lleva bien con sus compatriotas.
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