A cien kilómetros de Madrid y a menos de veinte de Segovia o de La Granja de San Ildefonso, podría situarse, al pie del puerto de Malangosto, uno de los corazones de Castilla: Sotosalbos. Una villa medieval que hoy reclama al menos una visita desde la torre de su fantástica iglesia románica.La historia de Sotosalbos y de Malangosto estará siempre ligada a la de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, el lírico más ilustrado del medievo. Aquel viajero que dio a estos enclaves, allá por el siglo XIV, un lugar preferente en su obra satírica y universal, El libro del buen amor.
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