El Parque Jean Jacques Rousseau, junto al castillo -hoy hotel- de Ermenonville, es una zona bucólica cuyo pueblecito (a unos 50 kilómetros de París) con casas rurales, artesanos, arroyos y profusión vegetal contiene alicientes naturales muy notables para pasar un desahogado y grato fin de semana.Desde la mesa del elegante salón-restaurante del castillo de Ermenonville, a través de una gran cristalera ornada de acolchadas cortinas imperiales, se divisan los prados y, a pie del muro, la extensa laguna. Toda la bella y verde extensión del dominio recibe allí, como si se dieran cita, el ir y venir admirable de patos salvajes con plumaje multicolor.
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