La costa granadina serpentea la orilla mediterránea a lo largo de 73 kilómetros mecidos por una sucesión de playas y calas de oscuros guijarros, arropadas por la hermosa silueta de sus peñones y acantilados. Con el espaldar norteño cubierto por la cordillera de Sierra Nevada y los cálidos soplos africanos entrando por el sur, este litoral andaluz está considerado el trópico del continente europeo, y no porque lo digan los eslóganes de la Diputación de Turismo. Lo tienen bien aprendido los miles de turistas ingleses que pasan el invierno entre los pueblos de las Alpujarras Bajas y las recoletas riberas marinas que miran al mar de Alborán.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión