Con una perseverancia a prueba de contratiempos, el proyecto que Álvaro Garrido y su esposa, Lara Martín, iniciaron en agosto de 2006 se ha consolidado con el tiempo. En una orilla de la ría de Bilbao, justo enfrente del solemne mercado de la Ribera, allí donde antaño se hallaba un viejo almacén de mineral de hierro, se encuentra este recoleto restaurante cuya entrada preside la escultura de un esforzado barrenero.Desde su inauguración, Garrido, cocinero intrépido que con 30 años hace gala de unos arrestos encomiables, ha jugado a elaborar una cocina imaginativa bajo la fórmula de un único menú que rota a diario. Dos aperitivos y cuatro medias raciones, además de dos postres, por un precio de 45 euros más IVA.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión