Desayunar en casa, comer en París y volver para la cena. El impulso de las compañías de bajo coste permite organizar viajes que no hace mucho resultaban impensables o prohibitivos. Ahora es factible una escapada relámpago para ocio o negocio. Para visitar, por ejemplo, la exposición sobre Velázquez en la National Gallery de Londres o las nuevas salas de la isla de los museos de Berlín. Una jornada primaveral por las calles de Amsterdam, Lisboa o Roma.
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