A veces, las bondades del ocio urbano son un perfecto bálsamo con el que combatir la monotonía. Madrid parece que por fin se presta al reto de comprobarlo. La ciudad asiste a un inevitable reciclado creativo, sin perder la capacidad para generar cierta sorpresa en sus establecimientos. Nada mejor que acercarse primero a Chueca, laboratorio de experimentos donde clásicos comercios y bares de ambiente gay con solera se mezclan con novedosos locales generando una particular y divertida estridencia. Entre estos últimos está Gamba Sneakers, en el número 5 de la emblemática calle de Piamonte.
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