En Juventud, el conocido relato de Joseph Conrad, Marlow cuenta cómo, siendo joven, se enroló en un barco que había de llevar carbón a Bangkok. "¡Bangkok! Me estremecí. Había navegado durante seis años, pero sólo había visto Melbourne y Sidney, lugares muy bonitos, encantadores a su modo, ¡pero Bangkok!". El viaje es un desastre, el barco se hunde antes de llegar y la capital de Tailandia no pasa de ser un sueño juvenil, misterioso, romántico e inaprensible.Creo que Bangkok, caótica y fea, hermosa y subyugadora, es tan especial porque conserva algo de todo eso, algo que apela a nuestra juventud, a nuestro deseo de conocer, de enfrentarnos a lo nuevo y de sentirnos plenos y fuertes.
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