El edificio de Micrópolis es como una oruga gigante con unas grandes claraboyas que tratan de reproducir las facetas de los ojos de una mosca. Aunque suene a monstruo de película de terror de los años cincuenta, Micrópolis es en realidad La Ciudad de los Insectos, un centro temático -el único en Europa de estas características- que pretende dar a conocer la utilidad y belleza de estos diminutos animales. Ésta era la voluntad del científico francés Jean-Henri Fabré, que convirtió la curiosidad que sentía de pequeño por los insectos en su objeto de estudio y divulgación. A finales del siglo XIX, Fabré sentó las bases de la entomología moderna, que ahora han recuperado en su localidad natal, Saint-Léons, situada a 18 kilómetros de Millau, en forma de centro interactivo.