La atmósfera otoñal parece invitar a la intimidad, a la reflexión, a la lectura. A reparar en el detalle que, por la propia cercanía, pudiera pasar inadvertido. Algunos enclaves señeros de Castilla y León pueden servir de muestra de esa otra dimensión, recogida y doméstica, que guarnece como un forro los pliegues de la epopeya.01. Interiores de ToroAunque parezca extraño, la zamorana y cristianísima Toro tiene algo de oriental; sobre todo en el afán de intimidad que deja ver por fuera sólo cáscaras y tapias, mientras guarda en sus interiores, como pulpa jugosa, los jardines, las alfombras y los lujos, las taraceas y caprichos.
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