Está dicho y escrito que el 25 de agosto se celebra la Navidad en Yellowstone en conmemoración de una gran nevada caída hace largos años en tan veraniega fecha. Pero está también olvidado. Así que la primera sorpresa de un viaje al primogénito de los parques naturales del mundo un día de agosto fue encontrarse con que esa mañana había nevado. Entramos por la puerta este de Yellowstone -tras atravesar las llanuras secas y soleadas del centro de Wyoming, corridas por un viento caliente que se acelera por el cañón del río Soshone entre formaciones rocosas que semejan ruinas medievales- a las seis de la tarde, la misma cifra que en grados marcaba el termómetro del coche.¿Es normal esto? En el centro de interpretación de Fishing Bridge, un ranger ofrece una respuesta: "No.
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