Una cabeza de jíbaro no es más grande que un puño, las canoas se hacen de una sola pieza y el ratoncito Pérez vivía en una caja de galletas marca Huntley. Puede que saberlo no nos cambie la vida, pero bien entretiene una mañana. En Madrid existen museos de todo tipo, de farmacia y de geología, para niños y para invidentes; los hay pequeños y privados, y también enormes e institucionales, anquilosados en el pasado y rabiosamente activos. Todos comparten un mismo objetivo: enseñar algo.
Categorías:
Etiquetas:
0 comentarios
¿Quieres comentar? Regístrate o inicia sesión